¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad?
La Ley de la Segunda Oportunidad es un procedimiento administrativo que pretende asistir a quienes se encuentran en una situación desfavorable o que por alguna situación inesperada no son capaces de solventar sus deudas.
En otras palabras la Ley de la Segunda Oportunidad es un mecanismo que puede ser usado por particulares al igual que autónomos para hacer frente a situaciones económicas complicadas a través de la negociación de deudas, determinando nuevos términos y condiciones y, como última medida, la cancelación de cualquier deuda que la persona pueda tener.
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La Ley de la Segunda Oportunidad es un procedimiento legal que está regulada en la Ley 25/2015, de 28 de julio, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de la carga financiera y otras medidas de orden social, y la cual se encuentra en vigor desde el 30 de julio de 2015.
En este enlace puedes ver el archivo original publicado en el BOE .
Es así como este mecanismo legal se ha vuelto una opción ideal para lograr atravesar una situación de crisis financiera, siempre y cuando el deudor tenga un buen historial crediticio.
Aunque muchas personas en España no están familiarizadas con la Ley de la Segunda Oportunidad, esta ha venido siendo usada desde hace años.
¿Cómo Funciona la Ley de la Segunda Oportunidad?
Afortunadamente, las personas que se encuentran sobreendeudadas tienen la posibilidad de acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad y lograr solventar sus deudas al llegar a un nuevo acuerdo de pagos que se ajuste a su estado financiero.
Si aun así la persona no lograse solventar su deuda puede solicitar el Beneficio de la Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI) o en otras palabras, la cancelación de las deudas en su totalidad.
Esta herramienta legal dispone de dos procesos en específico:
El acuerdo extrajudicial
Este es un proceso donde ambas partes, el deudor y los acreedores hacen una reunión donde se negocian nuevos términos y condiciones para llegar a un nuevo acuerdo.
El nuevo acuerdo será supervisado por un juez y durante el proceso del acuerdo extrajudicial se discutirá un nuevo plan y calendario de pagos para que el deudor pueda tener la condiciones necesarias para pagar sus deudas. La Ley de la Segunda Oportunidad establece que este proceso puede durar un máximo de dos meses.
El objetivo del acuerdo extrajudicial es permitir diluir las frustraciones de los acreedores y brindarles la oportunidad de recibir algún pago en el futuro.
Comúnmente, ambas partes no logran llegar a un acuerdo durante este proceso, lo que lleva al siguiente paso.
El beneficio de exoneración o BEPI
Dado caso que el deudor y los acreedores no hayan llegado a un nuevo acuerdo durante el acuerdo extrajudicial empezará un nuevo proceso durante el cual un juez puede determinar que la deuda sea exonerada en su totalidad.
Aun así, los acreedores pueden hacer una solicitud de revocar la exoneración si detectan que por parte del deudor ha hecho alguno de los siguientes actos:
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Incumplimientos en el plan de pagos.
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Que se hayan ocultado bienes o ingresos por parte del deudor.
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Que la situación financiera del deudor haya mejorado y que ahora se encuentra en condiciones para pagar la deuda.
¿Quién Puede Acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
Los particulares y autónomos que se encuentren en una situación financiera en la que no pueden pagar sus deudas pueden acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad.
Este mecanismo legal es idéntico tanto para un particular como un autónomo, la única diferencia es que los particulares deben comenzar el proceso legal ante un notario, mientras que un autónomo debe de hacerlo ante la Cámara de Comercio o el Registro Mercantil.
¿Cuáles son los Requisitos Para Acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad?
La Ley de la Segunda Oportunidad toma en cuenta el buen historial crediticio por parte del deudor insolvente para que pueda ser considerado como alguien que puede acogerse a este instrumento legal.
Después de todo, esta herramienta legal está enfocado a ser un auxilio para aquellos que han mostrado ser un buen pagador, pero que se encuentra en una situación económica crítica.
Es por eso que para poder acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad se deben de cumplir diferentes requisitos, empezando con mostrar que el deudor actúa de buena fe además de probar:
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Que el deudor ha mostrado con honestidad toda su información sobre su insolvencia y que no haya ocultado alguna documentación que sea necesario para el proceso legal.
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Que el deudor no tenga algún tipo de delitos patrimoniales, socioeconómicos o falsificación de documentos en los últimos 10 años.
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El deudor debe mostrar que ha tratado llegar a un nuevo acuerdo de pagos con los acreedores de su deuda.
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Que el deudor no haya sido beneficiado de la Ley de la Segunda Oportunidad en los últimos diez años, en otras palabras que tus deudas no hayan sido exoneradas usando este mecanismo legal.
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El deudor debe mostrar que no haya rechazado alguna oferta laboral que esté relacionado con su capacidad profesional en los últimos cuatro años.
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El deudor tiene que aceptar ser incorporado en el listado del Registro Público Concursal para los acreedores que tienen un interés legítimo en saber sobre la situación financiera en la que se encuentra la persona.
También hay que destacar que la Ley de Segunda Oportunidad no puede beneficiar a un deudor que tenga una deuda de más de cinco millones de euros.
Otros aspectos que hay que mencionar es que el deudor necesitar mostrar que no tiene un patrimonio para poder pagar su deuda o que ya hayan sido liquidados.
Es importante destacar que uno de los requisitos que más se toma en consideración para poder acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad es que el deudor pueda mostrar que ha actuado en buena fe con el acreedor de su deuda desde el principio.
Para que el deudor pueda verse beneficiado de la Ley de Segunda Oportunidad tiene que aceptar que debe ceder todos sus bienes y activos (aunque existen formas de poder conservarlos), con excepción de aquellos que pueden ser imprescindibles para desarrollar su actividad laboral, cómo por ejemplo un local comercial o un taxi.
Luego de haber liquidado los bienes y activos del deudor, se puede proceder a la aplicación de la Ley de Segunda Oportunidad para eliminar las deudas en el juzgado que corresponda.
¿Cómo Funciona La Ley de la Segunda Oportunidad para Particulares?
El primer paso para apegarse a la Ley de la Segunda Oportunidad como particular es rellenar un formulario que debes presentar al notario de tu localidad.
Este documento es un modelo en el que el particular solicita el inicio de un acuerdo extrajudicial con los acreedores, donde solicita apegarse a la Ley de la Segunda Oportunidad y acredita que cumple con todos los requisitos necesarios.
Igualmente el particular debe de aportar todos los documentos, información y pruebas para iniciar el trámite del proceso.
Partiendo de este punto se inicia el proceso para un acuerdo extrajudicial de pagos, este compromiso es una negociación entre el particular y los acreedores de su deuda donde se negocia una reestructuración de los términos y condiciones de los pagos. En otras palabras, es una negociación para lograr tener un plan de pagos más fácil.
Luego de presentar la solicitud ante el Notario se te presentará un mediador concursal, que tiene como propósito de encargarse de los trámites para este proceso.
Es común en este parte del proceso que se te pueda exigir que tengas que vender parte de tus bienes y activos, en algunos casos en venderlos en su totalidad. Dado caso de que cuentes con asesoría profesional puedes salvar parte de tu patrimonio, como por ejemplo la vivienda del deudor.
Las ventajas que trae el acuerdo extrajudicial de pagos son:
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Poder conservar los bienes y patrimonios del particular.
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Detener el crecimiento de los intereses que puede llevar a que la deuda sea más difícil de sobrellevar por parte del deudor.
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El nuevo acuerdo vinculará tanto al deudor como los acreedores.
También existe la posibilidad de que el particular no logre llegar a un acuerdo con los acreedores o que sus bienes no sean suficientes para pagar la deuda.
Dado caso que esto sucediese se puede proceder a la apertura de un concurso consecutivo, donde se realiza una revisión y documentación de los bienes, activos, derechos, relación de obligaciones y acreedores, el cual se aportará al juez concursal, el cual podrá determinar:
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Si se deberá liquidar los patrimonios del particular.
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Si se podrá aplicar la exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI), el cual es el beneficio que puede permitir la eliminación de las deudas del particular.
¿Cómo Funciona la Ley de la Segunda Oportunidad para Autónomos?
La Ley de la Segunda Oportunidad también fue pensado para los trabajadores autónomos; en otras palabras, trabajadores por cuenta propia. La idea es que este instrumento legal pueda asistir en aligerar la carga de la deuda como volver a empezar de nuevo a todo profesional o empresa pequeña que esté sufriendo una crisis financiera donde no es capaz de pagar sus deudas utilizando sus bienes o activos.
Como se ha explicado anteriormente, se necesita cumplir varias condiciones para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, en el caso de los autónomos es necesario:
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Acreditar que no se encuentra en capacidad de pagar sus deudas; para lograrlo se debe probar que la persona no posee un bien o patrimonio con el que pueda solucionar sus deberes financieros. Igualmente se puede el deudor puede explicar que se ha realizado la liquidación de sus bienes y que aún no ha podido saldar la deuda. Los bienes que se pueden excluir son aquellos que sean imprescindibles para realizar la actividad laboral del autónomo.
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Acreditar que el total de la deuda no es más de cinco millones de euros.
De igual manera, el deudor debe demostrar que durante todo el proceso de la deuda ha actuado en buena fe. Para lograr acreditar esto el autónomo debe de:
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Haber intentado lograr un nuevo plan de pagos en un acuerdo extrajudicial con los acreedores.
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Demostrar que no ha generado voluntariamente su mala situación económica y de insolvencia por lo que se puede acoger a la Ley de Segunda Oportunidad.
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Acreditar que no cuenta con antecedentes penales, delitos financieros o contra la salud pública.
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No haber sido condenado a algún tipo de delito de falsificación de documentos, o en contra de los derechos de un trabajador, su patrimonio, Hacienda Pública o Seguridad Social en los últimos años.
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Demostrar si ha sido beneficiado por el subsidio de desempleo en los últimos cuatro años.
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No haber renunciado a algún cargo que el Servicio Público de Empleo Estatal le haya ofrecido.
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Demostrar que tiene por lo menos, dos acreedores.
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No haberse acogido a la Ley de Segunda Oportunidad en los últimos diez años.
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No haber rechazado algún trabajo que se ajuste a sus capacidades profesionales
A diferencia de los particulares, los autónomos deben de presentar la solicitud para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad ante el Registro Mercantil o la Cámara de Comercio que les corresponda.
Como se ha mencionado anteriormente, es a partir de este momento cuando el autónomo podrá realizar un acuerdo extrajudicial con sus acreedores para un nuevo plan de pagos, y dado caso que no se logre determinar un nuevo plan de pagos se procederá a la apertura de un concurso consecutivo.
En este proceso, se podrá solicitar al autónomo que liquide sus patrimonios si se cumplen los aspectos necesarios para cubrir la deuda.
Dado caso que no se pueda cancelar la deuda liquidando los patrimonios se podrá hacer una solicitud para el beneficio de exoneración (BEPI) y pasar así a la cancelación de las deudas que el autónomo no ha podido pagar.
Este beneficio de exoneración se puede dar de manera definitiva o parcial, donde incluso se puede establecer el cumplimiento de un nuevo plan de pagos para el autónomo.
Es importante mencionar una novedad de la jurisprudencia que es de relevancia para los autónomos, y es que des la STS n.º 85/2019 se acepta que la aprobación de planes de pagos que se hace durante el concurso consecutivo prevalezca sobre la normativa administrativa en materia ejecutiva.
En pocas palabras, el autónomo que se apega a la Ley de la Segunda Oportunidad y que se le conceda el BEPI puede también librarse igualmente de cualquiera de las deudas que haya adquirido con Hacienda o la Seguridad Social.
¿Se Pueden Conservar los Bienes al Acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad?
La respuesta rápida es sí, existen ocasiones en el que es posible conservar la vivienda si un deudor se acoge a la Ley de la Segunda Oportunidad.
Normalmente, los deudores deben de disponer de sus bienes para poder pagar sus deudas con los acreedores al momento de acogerse a este mecanismo legal.
Aun así, al momento de acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad existen diferentes opciones:
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La pérdida de una vivienda es la más frecuente.
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La dación en pago de la vivienda, o en otras palabras, exonerar las deudas en su totalidad, pero se pierde la vivienda.
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Solo en casos específicos se puede conservar la vivienda.
Y es que disponer de una propiedad como lo es la vivienda es lo más habitual para garantizar el pago de una deuda.
Sin embargo, si utilizar la vivienda como pago de deuda no supone un beneficio económico y en cambio no permite que el deudor pueda solventar sus deudas, no tiene ningún sentido que el deudor disponga de la vivienda.
Existen dos formas de que el deudor conserve la vivienda al acogerse de la Ley de la Segunda Oportunidad, estos son:
Que el valor de mercado que tiene la vivienda es menor al valor de la hipoteca.
Dado el caso de que el valor de una hipoteca es superior al precio de venta de la vivienda, el enajenar la propiedad no logrará pagar las deudas pendientes ni podrá cancelar la garantía hipotecaria.
Igualmente, si el deudor dispone solamente de su vivienda habitual y el vender la propiedad lo dejará en una situación de vulnerabilidad es muy probable que un juez ordene que la propiedad sea vendida para pagar la deuda.
Que enajenar la vivienda conlleve a empeorar la situación económica del deudor
El vender una vivienda y empeorar el estado económico de un deudor es algo que se toma en cuenta cuando se basa en alguno de los siguientes motivos:
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El costo total del proceso de enajenación es mayor al precio que se puede obtener al momento de la venta, en otras palabras, que la vivienda necesita obras de reparación o se requiera obtener diversos certificados.
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El proceso de enajenación genera un mayor coste que no compensa que el acreedor asuma.
Dado que la Ley de la Segunda Oportunidad no fue desarrollada para generar más deudas y complicaciones económicas al deudor, habrá específicos casos en los que un Juez puede considerar que el deudor mantenga la vivienda y así no incrementar sus deudas.
¿Cuáles son los Beneficios de Acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
El mecanismo de la Ley de la Segunda Oportunidad está diseñado para particulares y autónomos que se encuentran en una situación de sobreendeudamiento o crisis económica debido a las deudas que la persona no ha podido pagar.
Las personas que se acogen a la Ley de la Segunda Oportunidad pueden recibir alguno de los siguientes beneficios:
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Poder solicitar una nueva financiación.
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Ser exonerado de las listas de morosidad.
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Volver a solicitar una tarjeta de crédito.
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Comenzar una nueva etapa en su vida financiera.
Gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad, las personas que hayan fracasado en el manejo de sus finanzas no deben de renunciar a sus patrimonios presentes y futuro como por ejemplo, su nómina de trabajo, vivienda, vehículos, etc.
¿Qué Suceden con las Deudas al Acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
Hay que aclarar que bajo la Ley de la Segunda Oportunidad no se eliminan todas las deudas, se excluyen cualquier ley que el deudor tenga con Hacienda y con la Seguridad Social.
Igualmente, cualquier deuda nueva que se adquieran no se tomará en cuenta.
También las hipotecas pueden ser incluidas dentro de la Ley de la Segunda Oportunidad. Según dicta la legislación de España, si una persona no obtiene suficiente dinero para poder pagar la hipoteca después de vender la vivienda, igualmente deberá la cantidad de dinero faltante.
Pero al utilizar el mecanismo de la Ley de Segunda Oportunidad, el total de la deuda puede ser eliminada al aplicar una dación en pago de facto. En otras palabras, el deudor puede ser exonerado de la cantidad restante de la hipoteca que debe de pagar.
Se toma cinco años para que las deudas puedan desaparecer de forma efectiva; en este periodo de tiempo el deudor no tiene que realizar algún pago, pero igualmente durante este tiempo el acreedor puede solicitar una revisión del caso si por ejemplo se sospecha que el deudor no ha actuado en buena fe.
La Ley de Segunda Oportunidad y las Deudas con Hacienda y la Seguridad Social
Como se ha mencionado anteriormente, la Ley de la Segunda Oportunidad no exonera alguna deuda con las Administraciones Públicas como las que se pueden adquirir con Hacienda y la Seguridad Social.
Esto significaba que esta herramienta legal no pueda ser suficiente para autónomos y profesionales que no puedan obtener una segunda oportunidad al no poder ser exonerados de sus deudas con la Administración Pública.
Sin embargo en julio del 2019, el Tribunal Supremo hizo una sentencia que permite a los deudores ser exonerados de hasta un 70% de una deuda que se haya contraído con Hacienda y la Seguridad Social, al igual que poder fraccionar la deuda restante en un periodo de hasta cinco años.
Esta sentencia abrió las puertas para que los deudores se pudieran acoger a la Ley de la Segunda Oportunidad para empezar de nuevo para diferentes tipos de deudas como:
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Deudas con Hacienda.
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Deudas con Seguridad Social.
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Préstamos rápidos.
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Préstamos hipotecarios.
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Tarjetas revolving.
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Entre otros…
¿Cuánto Tiempo Dura el Procedimiento de la Ley de Segunda Oportunidad?
El tiempo de este procedimiento legal puede variar según cada caso en específico, pero lo que se puede determinar es que los casos sencillos pueden durar algunos meses y en cambio los más complejos se pueden demorar hasta más de un año, especialmente en las localidades donde los juzgados pueden estar más saturados.
Aunque se puede ver como un periodo de tiempo largo, esto tiene una gran ventaja, y es que un deudor está protegido por reclamos de deudas o embargos de bienes mientras dure el proceso de la Ley de la Segunda Oportunidad.
Por lo tanto, si te has acogido a la Ley de la Segunda Oportunidad significa que podrás tener un tiempo de respiro mientras tu expediente es revisado y solucionado.
Al momento de iniciar el proceso de acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, el deudor tendrá una fase de negociaciones extrajudiciales con sus acreedores que puede durar de dos a seis meses hasta llegar a un nuevo acuerdo.
Dado caso que el deudor no pueda llegar a un nuevo acuerdo con los acreedores se pasará a la fase judicial, donde el proceso puede demorarse unos seis meses más. Esta fase dependerá de tres aspectos:
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La saturación del juzgado de la localidad.
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La complejidad del caso.
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Los números de bienes que el deudor dispone para liquidar.
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